jueves, 15 de abril de 2021

Como mejorar las relaciones en la escuela

 Como aprender a convivir mejor en la escuela 

Todos los días de un curso escolar tanto profesores, alumnos y más personal no docente en la escuela conviven para que la vida en el centro escolar sea agradable y todos puedan cumplir sus objetivos. Todos tienen unos derechos y unos deberes dentro del centro educativo que se deben respetar y cumplir por el buen entendimiento entre unos y otros. Y no está de más hacer un repaso por las principales normas de convivencia dentro de la escuela.











1)  Lo primero es “evaluar lo que tenemos hasta ahora con respecto a prevención y promoción de sana convivencia y analizar nuestras actividades y acciones diarias de manera que permitan la reflexión de los alumnos. Más allá de generar una buena convivencia se busca promover relaciones de buen trato y que detrás de ello estemos enseñando para la vida.

Nuestros diálogos deben ser desde una mirada formativa. Esto se logra a través de preguntas abiertas: ¿Cuéntame qué pasó? ¿Qué podrías haber hecho para resolverlo? ¿A ti te gustaría que te dijeran eso? ¿Cómo te sentirías si…?

2) Tenemos que establecer límites muy claros alineados con nuestro reglamento de convivencia en donde no seremos tolerante al mal trato y cualquier manifestación de éste. Esto significa que desde el quehacer diario en la sala de clases hasta el comportamiento fuera de esta, no dejaremos de abordar cualquier situación en que se falte el respeto a otro y mostraremos en todo momento que somos una comunidad a educativa que se relaciona diferente y promueve esta manera positiva de relacionarse.

3) Es importante enseñar a ser «comunidades de curso» que tienen como meta en común el aprendizaje y la manera o vía de llegar éste es a través del buen trato. Se forman acuerdos que se deciden en conjunto y de manera democrática con los cursos. Esto implica que el profesor también es parte importante en la promoción.

4) Promover actividades en que se socialice la importancia del buen trato, que los profesores trabajen en el horario de orientación actividades que promuevan el desarrollo de habilidades sociales, capacidad de comunicarse asertivamente, manera adecuadas de resolver los conflictos, etc.

5) Por último y muy importante es que toda la comunidad educativa (alumnos, profesores, familias, asistentes de la educación, todos.) trabaje en conjunto por promover prácticas de buen tratado y maneras de relacionarse adecuadamente.

Aprender a mejorar nuestra convivencia

 

Este es un blog para poder aprender a convivir mejor con nuestra familia y compañeros o maestros de la escuela 

Tener una buena relación con los hermanos y padres, fortalece los vínculos afectivos y mejora la autoestima de cada uno de los miembros de la familia.

Al igual convivir mejor con nuestros amigos y maestros de la escuela desarrolla el autoconocimiento y mejora el autoestima  

En la familia conviven a la vez generaciones distintas, géneros, personalidades, capacidades, ideologías, intereses…, lo que nos obliga a resolver conflictos y diferencias entre los miembros con cierta periodicidad. El modo de resolverlos generará hábitos en los miembros familiares, que después tratarán de utilizar en su relación con el medio y la sociedad.


Las normas

Pueden resultar un poco incómodas porque nos obligan a privarnos de algo que queremos. Si esas normas se generan en sistemas autoritarios, donde se imponen y hay que asumirlas sin discusión, el que las cumple, cuando afectan a algo que quiere hacer, sentirá dolor, ira, frustración, etc.

La comunicación

Este diálogo del que hablamos puede trabajarse y ser fruto de la mejora de las habilidades sociales. El tipo de comunicación que ofrecemos al otro predispone a éste a optar por una determinada respuesta.

 Buscar momentos para hablar

Una primera pauta que proponemos es buscar espacios del día para hablar con los otros miembros de la familia. Lo ideal es proponer una hora al día, por ejemplo por la noche, después de cenar, donde la familia se reúna y comente cómo le ha ido el día, algo que le haya pasado, pequeñas preocupaciones, etc.

La idea es que se pueda hablar de forma informal con los hijos, con el padre, la madre, etc., y que se disponga de un pequeño espacio para que cada uno/a exprese cómo se siente. La comunicación es una herramienta esencial de creación de bienestar en los grupos, que aumenta la confianza y permite fortalecer el vínculo entre los miembros.

Compartir aficiones

Otra pauta que proponemos sobre cómo mejorar la convivencia familiar es buscar aquellas aficiones o hobbies que podamos tener en común con otro miembro de la familia. Lo ideal es buscar puntos en común, especialmente con aquellos miembros de la familia con los que nos llevamos peor, o con los que últimamente hemos tenido más momentos de tensión, cierto grado de distanciamiento, etc.

Puede ser por ejemplo entre una madre y su hijo. La afición en cuestión puede realizarse dentro o fuera del hogar (por ejemplo salir a pasear, ir al cine, hacer puzzles…), y también puede ser una buena opción buscar un día de la semana “fijo” para realizar dicha actividad. Lógicamente, tiene que ser una actividad que guste de verdad a las dos partes y que se realice por placer, no “por obligación”.

Establecer normas

De nuevo las normas y es que es otra pauta que intenta dar respuesta a cómo mejorar la convivencia familiar consiste en establecer ciertas normas, especialmente dentro del hogar. Esta pauta puede resultar útil sobre todo si se tiene hijos/as pequeños o adolescentes.

Las normas se pueden acordar entre toda la familia (siempre teniendo en cuenta la edad de los/as hijos/as y/o nivel de desarrollo). Estas normas pueden incluir, por ejemplo: horas de llegada a casa (especialmente en adolescentes), distribución de tareas del hogar, otros tipos de horarios, cosas que se pueden hacer dentro de casa y cosas que no, etc.